La Economía, desde sus albores hasta nuestros días, ha edificado su discurso sobre el carácter científico de la misma. El avance vertiginoso del conocimiento humano, ha abierto senderos para que aquélla avance. En medio de la llamada Globalización que hoy en día se promueve, resulta indispensable discutir y/o debatir el mayor mito (supuesto) que tiene la Economía: El carácter científico de la misma.
Sin embargo, los esfuerzos pueden languidecer si no se lleva a la Práctica los frutos de la discusión. Por eso, más que algunas apreciaciones (elementos de discusión) sobre el tema, la tarea aquí es buscar alternativas a la formación del Economista dentro de un mundo complejo que apunte a una formación transformadora y creativa capaz de integrar el conocimiento humano, capaz de ir a la abstracción, pero también, de recordar el camino de vuelta a la realidad del contexto. Ese el objetivo del presente escrito.
Para alcanzar dicho objetivo, se tendrá en cuenta una argumentación sólida que abordará el problema desde diferentes ángulos. Para mayor comprensión del texto, se considera tener en cuenta los dos puntos relevantes a tratar. En primer lugar, se indaga sobre el presente de la Economía que tiene, más vivo que nunca, su construcción inicial (su pasado) en su carácter (ethos) que se jacta de ser científico (¿lo será?). En segundo lugar, se intenta reconocer la necesidad de una formación del Economista íntegro que involucre múltiples dimensiones del conocimiento humano, no sólo el técnico.
Como resultado de los puntos precedentes, la urgencia de un enfoque íntegro –o visión del mundo multidimensional del conocimiento– hace que la Economía se coloque a prueba y error dentro del mundo globalizado. ¿Qué puede pasar en el futuro con la formación del Economista? Es una pregunta que aguarda la construcción conjunta de una (s) respuesta (s).
Sin embargo, los esfuerzos pueden languidecer si no se lleva a la Práctica los frutos de la discusión. Por eso, más que algunas apreciaciones (elementos de discusión) sobre el tema, la tarea aquí es buscar alternativas a la formación del Economista dentro de un mundo complejo que apunte a una formación transformadora y creativa capaz de integrar el conocimiento humano, capaz de ir a la abstracción, pero también, de recordar el camino de vuelta a la realidad del contexto. Ese el objetivo del presente escrito.
Para alcanzar dicho objetivo, se tendrá en cuenta una argumentación sólida que abordará el problema desde diferentes ángulos. Para mayor comprensión del texto, se considera tener en cuenta los dos puntos relevantes a tratar. En primer lugar, se indaga sobre el presente de la Economía que tiene, más vivo que nunca, su construcción inicial (su pasado) en su carácter (ethos) que se jacta de ser científico (¿lo será?). En segundo lugar, se intenta reconocer la necesidad de una formación del Economista íntegro que involucre múltiples dimensiones del conocimiento humano, no sólo el técnico.
Como resultado de los puntos precedentes, la urgencia de un enfoque íntegro –o visión del mundo multidimensional del conocimiento– hace que la Economía se coloque a prueba y error dentro del mundo globalizado. ¿Qué puede pasar en el futuro con la formación del Economista? Es una pregunta que aguarda la construcción conjunta de una (s) respuesta (s).
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*Ponencia presentada el 7 de septiembre de 2006, Medellín-Colombia [a nombre de dos de los integrantes de Noikos] / ganadora del segundo puesto del concurso YACHAYWASI, organizado por el Departamento de Economía de la Universidad de Antioquia.
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