NOIKOS: un semestre y seis noches

Pensar la economía es una tarea que necesariamente nos aleja de ella y, al mismo tiempo, nos arroja en una angustiosa lucha por desencadenar las fuerzas que nos arrastran hacia la interpretación mercantil de nuestra propia actividad. Nuestro lenguaje ya se encuentra encerrado en su devenir y ello hace que escribir, hablar y reflexionar en nuestro silencio sordo, sean actividades familiarizadas con las prácticas de las cuales quisiéramos apartarnos, para comprender la sincera verdad que hay detrás de las curvas, los índices y las fórmulas de crecimiento.

Hay mucho por decir, pero todo se tuerce en el camino y otra vez nos encontramos en el mismo limbo. Fue ello lo que nos empujó hasta las raíces griegas de la palabra economía. Oikonomía reza en la política de Aristóteles y con asombro comprendemos que tomamos el camino errado, que nos desviamos y terminamos construyendo una ruta hasta lo que somos hoy: capital sin valor humano. Oikos, una de sus raíces, recuerda que venimos de allá, somos originarios de la tierra de los dioses, pero morimos el mismo día en que nomos se trasladó a la esfera del rendimiento máximo . Por eso con el oikos de hoy, con la oikonomía de estos días en los que ella acaba, lentamente con los cuerpos de los más pobres, las mentes de los más ricos y el espíritu de los mediocres, nosotros nos declaramos NOIKOS en una simbolización por querer apartarnos, aunque sea imaginariamente, de una lógica que nos parece cruel, asesina y bruta.

Las preguntas que surgen entonces son: ¿Que hacer un periódico de economía que se aparte de la economía?, ¿que construir un periódico donde se problematice la actualidad y la realidad? ¿Que sea un espacio para la conversación abierta y donde la contabilidad y la información no sean lo más importante? Resulta, pese a todo absurdo sino confuso. Pero aún así ello es lo que deseamos.

Es cierto que estamos en construcción, que este primer número solo es el inicio de un ciclo de la escuela de economía en el cual ella se va a manifestar con un medio escrito que resulta ser un puente desembotellador, del tráfico ruidoso y mudo en el que estamos inmersos. Pretendemos, entonces, que NOIKOS sea una puerta abierta a la discusión de la problemática social desde las diversas ramas de la ciencia. Y así, nos ayude a llenar los inmensos vacíos que decimos tener, pero todavía no nos atrevemos a desafiar. De este modo, la invitación es a iniciar una lectura crítica del periódico, en un ejercicio comprensivo hacia la búsqueda de nuevas ideas que lo fortalezcan con el transcurrir de los meses.

Reconocemos que esta primera edición es la realización de una serie infinita de errores superados, marginados y otros cuantos… perpetuados. Sin embargo, el hecho de estar en este papel, impreso y en sus manos nos confirma que todavía se puede hacer academia, en la academia que existe fuera de las aulas de clase. Porque lo que deseamos con NOIKOS es que entendamos que aprender es aún más que asistir a aulas, a determinadas horas; es el contemplar. El aprender no requiere de un espacio determinado sino de un espíritu dispuesto. Y fue gracias a espíritus dispuestos que este primer número se construyó. Sus ideas, comentarios, artículos y apoyo del más diverso tipo nos arrojaron en estas páginas... (editorial de la primera edición, abril 2003).